Una rata de laboratorio fue inyectada con el virus, dando como resultado la inhabilitación de cierto neuropéptido relacionado con el hambre y el apetito. Pero no piensen que esta ratas no comen, porque sí lo hacen, pero pierden peso más rápido que otras. Pero esto no acaba aquí, los investigadores descubrieron que dando a las ratas una dieta con muchísimas calorías se lograba algo inesperado. En vez de acumular grasa blanca en la base de la cola han acumulado grasa marrón, la cual es mucho más fácil de quemar para el cuerpo.
¿Estaremos frente al “tratamiento milagroso” definitivo?
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